Nutrición: comer sin restricciones

Ha llegado la primavera y con ella la ropa se reduce y nuestras ganas de vernos bien en el espejo crecen.

Olvídate de dietas restrictivas, alimentos prohibidos y sagrados, pesar la comida a todas horas… Debemos enfocar esto como una nueva forma de cuidarnos, dedicarle tiempo igual que se lo dedicamos a nuestra rutina facial.

HUYE DEL ESTRÉS!

Las prisas, el miedo a no ver resultados, la falta de inspiración… son nuestros fantasmas, y con ellos llegar el estrés, nuestro peor enemigo!

Nuestro cuerpo sigue funcionando de manera muy instintiva y animal ante ciertas sensaciones: el estrés, ya sea físico o emocional, es interpretado por nuestro cerebro como una situación de peligro de la que debemos huir, y pone en marcha una serie de mecanismos para lograr escapar: nos prepara para un elevado gasto de energía y pone en segundo plano otras funciones. Cuando estamos angustiados se libera una gran cantidad de hormonas, principalmente CORTISOL y ADRENALINA, que aumentan los niveles de glucosa en sangre para que músculos y cerebro la tengan rápidamente disponible. Eso sería estupendo si nos persiguiese un león y fuésemos a salir corriendo, pero no es lo que sucede en nuestra urbanita vida real… así que esos niveles elevados de azúcar en sangre activan la liberación de insulina; esos picos de insulina junto con el aumento de la grelina (también llamada «la hormona del hambre») aumentan nuestro apetito. Este es el mecanismo por el cual decimos que el estrés engorda.

Por si no fuera suficiente, las otras funciones que ponemos en segundo plano ante la necesidad de huida son el sistema inmunitario, el digestivo, el reproductor…

El tener que privarse sistemáticamente de ciertos alimentos nos estresa, nos preocupa, nos pone de mal humor… y eso juega en nuestra! Debemos replantearnos cómo alcanzar nuestro deseado objetivo

DEJA DE CONTAR CALORÍAS! Bueno, casi

Hay algo obvio: si queremos bajar de peso debemos consumir más energía de la que ingerimos. Pero antes debes ser consciente de dos puntos clave:

  • Comemos más de lo que creemos
  • Comemos peor de lo que pensamos

Por ello, al principio, sí es recomendable pesar o medir las cantidades, para aprender cuánto es una ración recomendable de cada tipo de alimento.

Como os comenté en este post, un plato (o un menú) saludable debe contener todos los tipos de alimentos en unas proporciones determinadas. No debemos suprimir un tipo de alimento si no tenemos intolerancias o enfermedades que lo desaconsejen; lo que sí debemos es aprender qué cantidad es la adecuada.

TRES ERRORES

  • Suprimir alimentos
  • Confiar del etiquetado «ZERO»: este tipo de alimentos incorporan otros ingredientes para hacerlos medianamente agradables al paladar que no siempre son saludables; su uso continuado puede provocar alteraciones digestivas y perjudicar a tu flora intestinal, y algunos de ellos incluso aumentar tus niveles de glucosa en sangre, pudiendo relacionarse a largo plazo con resistencias a la insulina y procesos diabéticos. Además al percibirlos como «saludables» tendemos a permitirnos más cantidades en detrimento de otro tipo de alimentos.
  • No hacer ejercicio: perdemos peso no solo a costa de la grasa corporal, sino de la masa muscular! La masa muscular no es simplemente verse «fuerte», es el factor fundamental para un buen funcionamiento de nuestro cuerpo. Podemos estar por encima de nuestro peso recomendable pero estar desnutridos! Para ello es necesario que la ingesta de proteína (animal o vegetal) sea suficiente pero además que hagamos el ejercicio adecuado para poner en marcha los mecanismos de remodelación del cuerpo. Además, el ejercicio libera endorfinas, las hormonas «de la felicidad», lo que nos ayudará a mantenernos motivados.

TRES ACIERTOS

  • Elige bien el momento: si vas a afrontar el reto de empezar a cuidarte elige bien cuándo. Olvídate de «el lunes empiezo»!! Quién demonios está inspirado un lunes??? Yo te propongo empezar un viernes por ejemplo: dedica un par de horas cuando hayas dejado atrás el trabajo para pensar qué te apetece comer la semana siguiente y haz la lista de la compra.
  • Las especias: son el mejor aliado! Llenan de sabor cualquier plato sin necesidad de añadir sal, azúcares o grasas. Unas de mis favoritas: especias orientales para los huevos!
  • Frutos secos: aportan ácidos grasos y fibra y combinan bien con prácticamente todo: yogures, ensaladas, pescados (puedes rebozar la carne con anacardos triturados, o añadir sésamo tostado al salmón a la plancha, el toque crujiente es un puntazo!)

TRES RECETAS (que podéis ver en nuestros REEL´s)

  • APPLE PIE PANCAKES: empezar bien el día es fundamental. Y si como yo no puedes renunciar al dulce esta receta te va a encantar: para las tortitas uso harina de avena integral. LEE CON ATENCIÓN: la harina de avena sigue siendo un hidrato, y por tanto el aporte calórico será similar al trigo. Cual es la ventaja entonces? Pues desde mi punto de vista la harina integral de avena es más fina al paladar que la de trigo, por lo que nos aportará más fibra y proteína que las harinas blancas sin que nos resulte árida en la boca. Yo trato de no añadir azúcar a la masa (una opción es sustituir el aceite y el azúcar de unas tortitas convencionales por un plátano maduro: aporta elasticidad y dulzor pero sin añadir grasas o azúcares procesados) Monta las tortitas entre capas de manzana recién cortada y espolvorea con canela. Si quieres un toque más dulce añade una cucharadita de miel.
  • CANELÓN DE CALABACÍN: una receta muy fácil y rápida: corta un calabacín en lonchas finas con ayuda de una mandolina. TRUCO: retira el exceso de humedad con papel de cocina para que mantenga la consistencia. Rellena con bonito, tomate y huevo. Espolvorea orégano, pimienta y queso y llévalo al horno 10-15 minutos.
  • BOLOÑESA VEGETAL: esta receta es perfecta para hacer el fin de semana y tenerla a mano si entre semana vas con prisa, ya que te permite conservarla en el frigorífico varios días y es muy versátil. Se trata de una boloñesa clásica pero en la que cambiamos la carne por soja texturizada. Aportamos así una buena cantidad de proteína de calidad pero sin la cantidad de grasa de la carne. Un truco súper práctico si además tienes niños en casa: añade a tu boloñesa todas las hortalizas que se te ocurran! Calabacín, berenjena, calabaza…. pícalas finas y a mezclar. Les encanta siempre y comen más vegetal y menos carne sin enterarse.

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