Empezando por los principios.

Han sido unos meses algo complicados, los cambios siempre lo son. Dudas, desorden, decisiones por tomar… pero finalmente han dado sus frutos y estamos contentos de poder recibir a nuestros pacientes en un nuevo ambiente, muy distinto al anterior, pero manteniendo el espíritu que nos ha traído hasta aquí. Antes de nada queremos agradecer el cariño y la paciencia que habéis demostrado en estos días.

Pero, ¿qué ha sido lo que nos ha impulsado a este cambio? ¿qué fue lo que nos hizo abandonar la aparente tranquilidad de los años de rodaje como empresa? Pues ha sido una cuestión de principios, entendidos como una vuelta a los orígenes de la farmacia, pero también con ánimo de revisar los valores en los que queremos basarnos para mirar hacia el futuro, no como empresa, sino como parte de un proyecto que vaya más allá de nuestro propio trabajo.

¿Podría hablarle a mi yo de la infancia de mi trabajo y sentirme plenamente convencida y orgullosa de lo que digo? Me lo planteé y decidí dar el salto: cambié un empleo por un propósito.

Playa Valdoviño
Praia da Frouxeira, Valdoviño

Teníamos necesidad de cambio, pero a nuestro alrededor solo encontrábamos fórmulas un tanto frías, llenas de estrategias comerciales sin duda atractivas y probablemente rentables, pero alejadas de nuestra realidad particular y del sentido que queríamos darle a nuestra labor.

Nuestra realidad, como farmacia y como comunidad es familiar, cercana y rural.

Es familiar porque somos ya la tercera generación de Casariego tras estos mostradores, y porque en este tiempo las personas que han ido incorporándose a nuestro equipo han pasado a formar parte imprescindible de esta familia.

Somos cercanos y rurales porque entendemos que así es Galicia. Nos movemos a un ritmo diferente, con una personalidad especial, nuestro mantra es «nunca choveu que non escampara», y no hay mejores referencias que responder con decisión a ese «¿e logo ti de quén ves sendo?» tan inevitable. No queremos renunciar a eso, no podemos renunciar a eso.

Y de esta idea surgió el cambio, la intención de proteger y apoyar de forma proactiva el concepto de sociedad en la que creemos.

Así, hemos decidido trabajar con productos y marcas que compartan nuestra filosofía: cercanas para promover el desarrollo de nuevas ideas sin tener que abandonar nuestra tierra y tradiciones, sostenibles porque nuestro mayor patrimonio es nuestro entorno y creemos que es nuestro deber protegerlo. Por último hemos buscado sinergias colaborativas, esa acción más allá del propio comercio que promueva valores compartidos: el desarrollo de pequeñas empresas locales, el apoyo a la transmisión de nuestra cultura y desarrollo científico, la promoción de la mujer en el trabajo o la preservación del medioambiental son algunos de los eslabones de esta cadena de la que queremos formar parte.

«Lo que necesitamos saber está, casi siempre, delante de nosotros. Apagar el ruido y prestar atención es la clave. Dejar que la voz interior te lleve donde de verdad necesites estar…

Ya sea eso una farmacia o la sala de urgencias de un hospital»

Nuria Pérez Paredes, «Te mereces esto y más»

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